viernes, 23 de diciembre de 2011

poema VIII

Señoras; Señores:
Hemos hecho un pacto con el Diablo.
Nosotras le hemos entregado nuestro alma
a cambio él
nos ha ofrecido tiempo
el suficiente para acabar con todos ustedes.
Y así, envejecer en paz.

A grito de concha me uniré a las mías.
Os juzgaremos pues
con vuestras propias leyes.
A grito de concha dictaremos sentencia
el fallo será irrevocable.
A grito de concha cantaremos victoria.
A grito de concha danzaremos
la danza del triunfo
sobre vuestros cuerpos
sobre vuestros cadáveres.

Seguramente, cuando todo haya acabado
cuando nuestras nietas sean libres
vírgenes del terror
iremos directas al tercer recinto
del séptimo círculo.
Gimen en él los violentos contra Dios
contra la naturaleza
y contra la sociedad
pero ahora eso
justamente
no importa.

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